Domingo
8 de febrero en Daganzo. Estaba en juego la decimotercera jornada de liga
frente a uno de los firmes y serios candidatos al título de liga de esta
temporada (Paracuellos) pero por suerte (gracias al nº 13) nos alzamos con un
suculento pleno que nos hacía mucha falta para no perder la comba de la cabeza
de la tabla.
No
se vio frontenis de calidad, tan solo se vieron 3 partidos escasos de juego y
de disputa, y como tal lo reflejaron los marcadores finales.
La
primera partida la jugaron Iván y Javi Boal, como ya viene siendo costumbre
desde hace unas jornadas, puesto que se compenetran muy bien.
El
poco nivel de juego de los visitantes hizo de ésta una partida poco vistosa, dado
que el delantero hizo poco daño y el zaguero tenía cogidas las distancias a su
frontón –excesivamente alto en comparación con el nuestro-, lo que hizo que el
partido lo resolviera la malla del frontis.
Los
tanteos parciales registrados (14-2, 19-3 y 26-11) no hicieron posible que
pudiesen remontar el partido en ningún momento los visitantes, que sumado a los
pocos fallos de los nuestros (Boal se superó fallando tan solo 2 tantos de los
35 frente a los 4 fallos del encuentro de Meco) y los reiterados fallos suyos
hicieron que nos alzásemos con la victoria en 30 minutos de juego, dejando el
marcador en 35-15 (que incluso pudo ser más abultado).
Buena
labor, como siempre, de Iván que supo aguantar el peloteo al zaguero.
Enhorabuena
a los ganadores.
La
segunda partida se jugó con la rúbrica de Fredy y de Juanjo Carro, pareja
también muy bien compenetrada desde hace tiempo.
Esta
fue la partida que más puntos registró de las tres, y también la más larga,
aunque también fue resuelta por nuestros chavales en poco más de media hora
(tan solo 32 minutos).
La
pareja visitante tampoco ofreció mucha resistencia, aunque el zaguero era un
viejo conocido del club como buen conocedor de la cancha (Pedro “el cubano”) y
el delantero también había jugado muchos partidos en Daganzo mientras su
frontón era reparado años atrás (Rafael Picado).
Este
dato no eclipsó el buen hacer de los nuestros, centrados en su juego del
“pin-pan-pin-pan” a no fallar y a esperar el fallo del contrario, como así lo
fueron consiguiendo.
El
12-3 de tanteo parcial a favor de los locales era complicado de igualar, pero
fue allá por el tanto 15 de los nuestros (con 11 puntos en el haber de los
visitantes) cuando éstos pidieron un tiempo para recanalizar la situación, pero
no consiguieron el objetivo.
La
desesperación del zaguero por sus reiterados fallos y su poca efectividad en el
mate y la escasa oportunidad que se le brindaba al delantero hicieron que
sucumbiesen en un 35-23 final, con insistimos, escaso juego para el gran nivel
de los jugadores visitantes.
Enhorabuena
también a los vecinos.
La
tercera la jugaron la pareja formada por padre e hijo, de los cuales se
esperaba también un buen papel, como así fue.
Fue
ésta la partida más corta tanto en tantos como en tiempo, no dejando ni
respirar a los contrarios, los cuales tampoco ofrecieron la resistencia que se
esperaba de ellos (Rojo y Mariano)
Si
las dos anteriores estuvieron muy escasas de juego, la última fue el colofón.
Tantos muy cortos, muchos fallos por parte de los visitantes y poca vistosidad
en general.
En
ningún momento se adelantó la pareja visitante en el marcador, y en este caso
los parciales fueron más abultados si cabe que en la primera partida.
Pedro
se colocó en su sitio desde el inicio, cogiendo cancha y destrozando todo lo
que le venía a mano, obligando al contrario a agachar el riñón en la doble sin
éxito, consiguiendo 6 dobles. Asimismo Javi contó con la paciencia que poco a
poco está empezando a adquirir, jugando centrado a su juego y fallando nada más
que lo justo, para alzarse con la victoria en un 35-10 en 18 minutos de juego,
no pudiendo superar por un tanto el récord alcanzado en Meco (35-9).
Enhorabuena
también para ellos.
Pleno
muy sabroso, el cual nos lleva a afrontar el siguiente encuentro con Colmenar
de Oreja el siguiente domingo con la moral muy alta.
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